miércoles, 24 de mayo de 2017

Estos días (helados)

Créeme cuando te digo
que extrañaba los días así
¿extrañaba?
anhelaba los días así
en donde la transpiración y el calor estuvieran ausentes
y las miradas tibias presentes
extrañamente echaba de menos las manos entumecidas
las narices congeladas
chillonas de frío
y aquellos tímidos tiritones
producto de la inevitable frigidez corporal.

Navegando así
entre diferentes vientos me siento mucho más cómodo
me siento como en casa
mi corazón congelado se rebalsa de felicidad.

Mis manos entumecidas buscan inútilmente refugio en mis inhóspitos bolsillos
mi mirada perdida también busca uno
lo hace en una que otra banca del parque
un lugar tranquilo
donde no pueda ser molestado
para así poder disfrutar de este rico frío
dejar que se meta en mis huesos
que llegue profundo a mi alma
que se quede ahí por una fugaz eternidad
y que gobierne con sabiduría este pesado cuerpo
que tantos errores carga encima.

martes, 23 de mayo de 2017

La nariz muy helada

Llevo la nariz helada
las manos escondidas en bolsillos
donde solo abundan insípidas y maliciosas pelusas
y el trémulo vapor pegado a la cara
machacando una y otra vez mis ojos
juzgando y atacando.

Quizás es verdad aquello que dicen
no hago poesía
yo con cada verso de mi pasado
tan solo me dedico a elaborar estos textos de porquería.

Cruje la arena bajo mis pies
cruje el negro cielo sobre mi atormentada cabeza
cruje también
mi cuerpo entero
movido por aquellos ruidosos pensamientos salidos del más próximo cementerio de sueños.

Mi mirada se pierde
en la inmensa sabiduría de los árboles mojados del Parque Almagro
se pierde de igual manera
en cada hoja húmeda que se lanza
y que queda a merced de este crudo viento que no es de invierno.

Ya no queda tabaco
ni menos buenos pensamientos 
solo me queda esta nariz
endiabladamente helada 
las manos vacías y apretadas
y un lento caminar
el que sinceramente
no creo que sea capaz de llevarme a ningún lugar.