sábado, 24 de diciembre de 2016

El chiste se cuenta solo

Luego de manosear y violar a una joven de falda, en un acalorado vagón de metro, se bajó en la estación Pudahuel y tomó la micro que lo llevaría a casa. Abrió la puerta y de inmediato se dirigió al baño para lavarse las manos y así poder acariciar en la mejilla a su hija de seis años.

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