No es fácil describir un viaje así.
Tan profundo y tan poco corriente.
Tan... Tan frio.
Así es, un infierno helado, un paraíso de sueños congelados, el único lugar que me ha revelado las importancias de las acciones del pasado.
Si te soy sincero te mentiré:
Ya no queda más que la culpa emborrachada en copas de lagrimas pasadas.
El sueño que se congeló esperando el cálido verano y ahora flota olvidado en este infinito infierno salado.
Infinito como tu mirada clavada en mi mirada empapada, empapada por tus promesas pasadas, presentes y futuras.
Yo se que este viaje no tiene fin, continua cada vez que abro mi cuaderno para escribir.
Tornado de emociones confusas...
¿Es esto acaso lo que llaman felicidad?
Yo sigo caminando entre mis miedos, me doy cuenta que en momentos me dejo dominar por el sucio ego.
En el espejo veo como mi reflejo se burla y me grita.
Me podría detener, pero mi orgullo me detiene,
seguir adelante es mi motivación personal,
tenerte en mi cabeza es la única forma que conozco de volar y
con nuestras manos tomadas ya perdí el miedo a aterrizar.
Me has enseñado a soñar sin necesidad de dormir.
El miedo a perderte ya desapareció,
las ganas de disfrutarte son ahora las que gobiernan mi corazón,
solo provocas pasión,
al temor le dije adiós.
Eres tu... la pieza que faltaba,
de este rompecabezas que hace años ya estaba rompiendo mi cabeza.
Siéntete responsable por toda esta felicidad,
eres tú la que apaga mi fuego infernal,
me resucitas y a pedido mío me vuelves a matar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario