jueves, 28 de febrero de 2013

Escalera


¿Buscas un príncipe azul?
Bueno aquí pierdes tu tiempo,
anda mejor por un tarro de pintura,
que si no lo intentas te comerán las dudas.
Buscando inspiración
en un trozo de papel.
¿Qué si es difícil?
Sí, eso no te lo negaré,
pero a la vez es bastante reconfortante,
llena mi alma y hace cuestionarme:
¿Esto será sano para mí?
Mejor quizás buscar alivio en otra parte.
Es extraño…
Cada verso es para mí como un peldaño.
¿Hacia dónde va la escalera?
Pues bueno no lo sé, ahora vamos a ver.
Me debo esforzar,
y lo tengo claro,
date cuenta bien
eso es lo que hago,
no saco nada con hablar
solo crear estragos.
Por estragos entiendo responsabilidades
de las cuales luego no me haré cargo.
Para mí lo que escribo no son poemas,
yo más bien los llamaría cementerios de pena.
Es como enterrar un verso en el jardín,
luego no te das cuenta cuando sale el árbol y tapa tu ventana.
Y se extraña…
Esa pena solidaria,
se siente esa nostalgia poco cotidiana.
Si quieres ver las estrellas
saca las manos de tus ojos.
Culpar al destino ya no tiene sentido,
yo le di vacaciones y ahora he sentido la soledad del minutero.
Le he tomado al peso a lo nuestro
¡No arregles la pesa, que el resultado será funesto!
Soy bastante honesto y te enseño mi descontento,
si no cambias ahora pues ándate despidiendo.
¿Sin pelos en la lengua?
Aun falta que te depiles los ojos…
Tómale el peso a mis rimas y créeme cuando te digo que no las escribo con el fin de subir mi autoestima.




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