domingo, 4 de diciembre de 2016

Vaivenes

Yo creo que lo único constante
en la vida de un escritor
o de una escritora
es el dolor

Viene y va
pasa a saludar y
a veces
el muy desgraciado se queda a tomar once

La cruz de uno
será el amuleto del otro

El dolor viene y va
cual péndulo de reloj carnoso
lleno de culpa
y falsas adulaciones

Una noche el dolor va a llegar para quedarse
y yo
        no voy a estar.

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