martes, 15 de noviembre de 2016

Casa sola (o "Metáfora de cómo me siento ahora")

Los pasos aún resuenan en aquella casa sola
la desolación se hace persona y se apoya en los derruidos muros
esperando que estos se vengan abajo
solo por diversión.

Corre un extraño viento
que entra por las ventanas rotas
susurra al pasar por los dinteles de las puertas
y de noche grita
llora
reclama
hace miles de cosas
pero la casa está abandonada
así que nadie lo escucha.

A veces los candados se desprenden de las puertas
y salen a tomar aire
toda la casa queda desprotegida
lista para ser asaltada por cualquier alma maleante
pero aquello no ocurre
para mi tristeza
nunca pasa.

La casa suspira y se remueve el polvo de sus muebles
se mueve y remece sus cimientos sin quererlo
desea bien adentro derrumbarse
para así emitir uno que otro ruido
quizás renacer
no
ser reconstruida
volver a estar llena de vida
volver a estar llena de felicidad.

Aquello no sucede y la casa se queda sola
se siente acompañada por las ratas que circulan por ahí
pero sabe que no puede contar con ellas para casi nada.

Me gustaría decirles que aquella triste casa es otra persona
pero no es así
la casa sola soy yo.

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