lunes, 24 de octubre de 2016

Anti-oda al plátano oriental

En tu figura encuentro
un gran desafío
desafío que no quiero
pero que llega como objeto inesperado
regalo no deseado que nace desde el odio mismo
que extiende sus raíces por todo el gran Santiago
que crea su propio mundo subterráneo
bajo las pisadas indiferentes de seres
que vienen de otra época
y que se resguardan en el recuerdo
el lento recuerdo.
El desafío me busca
me encuentra
asalta mi tranquilidad
hace que la vacíe de mis bolsillos
y que la lance sin mirar atrás.
Me encuentra y me hace gritar
me encuentra y me deshace
me obliga a escupir parte de mi alma
a esculpir un acto
el acto de estornudar.
Es inevitable
y aún así me hace sentir culpa
que tu extensión más pequeña
aquella que se esparce por el aire
que no sigue reglas
pero que sin embargo es predecible
entre en mis fosas nasales
y genere en mí una reacción alérgica.
Odio tu presencia
odio tu existencia
odio que controles una parte de mí
cuando se te dé la gana.
Y sí
existen métodos
curas momentáneas
generadoras de vicios
y dependencias apestosas
pero
¿por qué he yo de consumir aquella droga?
¿por qué he querer yo de librarme de ti?
no es justo que yo tenga aquella
maligna dependencia.
Te desprecio con el alma
plátano oriental
árbol endemoniado
tronco rasgado
con justa razón
espero que algún día
des cuenta de tu miseria
des cuenta del daño que haces
te pongas de píe
y te marches en silencio
y haciendo respeto por todas tus inocentes victimas

que hoy en indeseadas mucosidades se deshacen y retuercen.

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