Mi alma maltrecha y sucia
de tanto correr y jugar
de tanto jugar y pensar
se ha estrellado hoy contra un sólido muro
aquel miedo profundo
dolor hoy invisible
mañana no sé
se levanta pesado
y detiene el paso de mi álgida
pero empedernida alma.
La poca importancia de mis premios y trofeos no ayuda
aquel fulgor
sospechosamente contaminado
que observo en los elementos cotidianos
dictamina que yo choque nuevamente
con aquel impenetrable muro
una y otra vez
sin parar.
En la profundidad de mi soledad
he encontrado tiernas amistades
he encontrado también
nidos de aves
con sus alas cortadas
expeliendo putrefacción
encuentro a veces
cuando no ando buscando
antiguos sueños envasados
guardados y aplazados
aplastados
por el terrorífico paso del tiempo
destruidos
por las olas de nuevos pensares.
Existe en aquella soledad
que en mis ojos se esconde
otras vastas soledades
fluviales caudales de depresivos pensamientos
trasquilados pensamientos
y acordados lamentos.
Mis soledades
juguetean
se confortan entre si
existen tristes
sí
pero acompañadas caminan por mi conciencia
y ahí se apilan
en aquel muro que mi alma
de forma incansable
de forma cotidiana y lamentosa
busca penetrar.
Existe tal vez
quizás
una tercera o cuarta
soledad.
Mi alma ya cansada
gruñe unos acordes desafinados
se duerme triste
junto a mis soledades
encontró ahí por fin
con o sin querer
una amigable compañía
que no es desastrosa ni inestable
que es permanente y obligada
pero que otorga felicidad al fin y al cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario