lunes, 25 de noviembre de 2013

Re-Evolución

Revolución que queda en la ceniza, el último aliento del pueblo es criminalizado y comercializado, somos una masa, nada más que un número.
Nuestros cánticos revolucionarios son ignorados, sus oídos sordos los escuchan asqueados, se acomodan la corbata argumentando y mintiendo, diciendo que algo han cambiado. 
Descarados, si se les pregunta responden con pasado.
Podridos, su cerebro es un nido de traición, es por eso que temen una revolución, tras sus trajes lujosos esconden y maquillan el temor.
No hay dinero para un hospital, pero si para un I Pad.
Revolución que derriba fronteras, que ignora color político, que se centra en ideas enterradas y pisoteadas por hombres que no son seres humanos.
No tienen corazón, tienen un carbón; empresarios del demonio que hacen sufrir al empleador.

Poesía es el arma del que nada tiene, del desvalido por una sociedad que todo usurpa...
Poesía es el veneno para el malvado, el apocalipsis del ladrón, la muerte del que no tiene corazón.
Revolución podrida, pero aún con vida;
revolución del pobre, pesadilla del ladrón.
Poesía y revolución; sangre y dolor.
Al final solo triunfará la verdad, no podrán ocultarla nunca más,
no la resguardaran con ningún militar,
no la podrán esconder en sus palacios de cristal.

¡La verdad es nuestra y la exigimos ahora!
Revolución que salta de la ceniza,
el último aliento del pueblo ahoga a quien lo quiere dominar, estamos unidos, pero no somos masa... cada uno es igual de importante.



lunes, 11 de noviembre de 2013

Revoltijo

Unos cigarros molidos se consumen en mi bolsillo, un encendedor sin gas, ni ganas trata de convencerlos.
Hoy no se quema tabaco,
hoy no se fuma tabaco,
hoy me olvido de vivir mi vida, a ratos largos.
Sigo caminando y el bolsillo se agita, ideas depresivas se clavan en mi realidad, se hace pedazos.
A ratos me recuerdo que debo vivir, surgir y avanzar, respirar hondo y olvidar.
El bolsillo reclama,
reclama el bolsillo,
el camino continúa y yo sigo a paso firme, dudando de todo, extrañando lo que jamás tuve.
Firme, lejos del odio y la competencia que a muchos lidera, los hace ver la vida como una carrera, sus cadenas los obligan a ganar.
Hoy no se fuma tabaco,
hace más o menos un rato recordé vivir mi vida y sin embargo no tengo intención de gastar la suela nueva de mis zapatos.
En lo personal ya no quiero juzgar, pero sí jugar.

Hoy no fumo tabaco, nunca más se fuma tabaco.