dejó de seguirme, ahora me persigue,
supongo que quiere ser como yo.
¿A qué viene esta afición?
Sombra: Mírame...
Soy como el resto, solo me creo especial cuando olvido mis defectos,
me apego a un rumor que creo perfecto, pero cuando descubro que es falso me deshago en pretextos.
Sombra: ¿Por qué quieres ser como yo?
Sigues ahí, callada y sin responder,
supongo que así es mejor, si hablaras, lo que dijeras sería sumamente destructor para mí.
Sombra: Quédate callada, estas mejor así.
¿Por qué no te vas?
Estaría mejor sin ti,
estando ahí, parada así, solo me recuerdas lo que nunca fui,
pero no,
no soy Peter-Pan, es imposible que te vayas.
Y si estás ahí sin hacer nada...
¿Por qué no me ayudas a librar esta infinita batalla?
Poesía sin dolor,
es poesía sin alma,
me da miedo escribir...
¿Dónde quedaron mis agallas?
Al parecer prefieres quedarte ahí, sentada y callada, siendo totalmente inútil para mí.
Sombra: El día en que me respondas será cuando finalmente la cordura me habrá vuelto loco,
yo soy de esos pocos que aún quedan,
los que prefieren el pasto que la vereda,
los que aunque los traten mal,
no pagan con la misma moneda,
no, prefiero gastarla para unos cigarros baratos... Y aunque no fumo así puedo matar el rato,
y también a mí.
¿Negro el gato?
Mi suerte sigue igual y mi sombra ya no me quiere ni mirar.
Ya, sí... Negro el revólver y todo lo demás.
¿Para qué seguir así?
Ya no quiero más guerra, solo busco paz, escondido en mi croquera.
Bueno sombra...
Ya me aburrí de conversar,
me aburrí de este monologo,
apagaré la luz pues ya no quiero verte más,
ya no quiero verte más.
Una vez que la prenda ahí estarás,
recordando mi inseguridad,
que mi corazón no es una coraza y que mi alma no es dura...
Y que por muy mal que se vea todo;
La vida no es una basura.
Gracias sombra.
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