sábado, 31 de agosto de 2013

Hablando con mi sombra [Monologo]

La sombra es la única que aún me sigue,
dejó de seguirme, ahora me persigue,
supongo que quiere ser como yo.

¿A qué viene esta afición?
Sombra: Mírame...
Soy como el resto, solo me creo especial cuando olvido mis defectos,
me apego a un rumor que creo perfecto, pero cuando descubro que es falso me deshago en pretextos.
Sombra: ¿Por qué quieres ser como yo?
Sigues ahí, callada y sin responder,
supongo que así es mejor, si hablaras, lo que dijeras sería sumamente destructor para mí.
Sombra: Quédate callada, estas mejor así.
¿Por qué no te vas?
Estaría mejor sin ti,
estando ahí, parada así, solo me recuerdas lo que nunca fui,
pero no,
no soy Peter-Pan, es imposible que te vayas.

Y si estás ahí sin hacer nada...
¿Por qué no me ayudas a librar esta infinita batalla?
Poesía sin dolor,
es poesía sin alma,
me da miedo escribir...
¿Dónde quedaron mis agallas?
Al parecer prefieres quedarte ahí, sentada y callada, siendo totalmente inútil para mí.
Sombra: El día en que me respondas será cuando finalmente la cordura me habrá vuelto loco,
yo soy de esos pocos que aún quedan,
los que prefieren el pasto que la vereda,
los que aunque los traten mal,
no pagan con la misma moneda,
no, prefiero gastarla para unos cigarros baratos... Y aunque no fumo así puedo matar el rato,
y también a mí.
¿Negro el gato?
Mi suerte sigue igual y mi sombra ya no me quiere ni mirar.
Ya, sí... Negro el revólver y todo lo demás.
¿Para qué seguir así?
Ya no quiero más guerra, solo busco paz, escondido en mi croquera.

Bueno sombra...
Ya me aburrí de conversar,
me aburrí de este monologo,
apagaré la luz pues ya no quiero verte más,
ya no quiero verte más.
Una vez que la prenda ahí estarás,
recordando mi inseguridad,
que mi corazón no es una coraza y que mi alma no es dura...
Y que por muy mal que se vea todo;
La vida no es una basura.

Gracias sombra.





lunes, 26 de agosto de 2013

Mate de ayer

Me guardé mucha felicidad para mi,
ahora viene el bajón,
el knock-out hasta el fin.
Compré mis limites y los limité,
me eliminé de algo ilimitado que nunca superé,
y aunque averigüé la supuesta cura mi enfermedad,
en la soledad nocturna no encontré ninguna farmacia abierta.
Ofuscado ante tanta comparación...
¡No quiero ser como el resto, solo quiero ser yo!
Y aunque la tinta podrida abunde en mi corazón, te prometo que aun me queda un poco de amor.
No quiero ser dueño de nada más,
que de mí mismo, 
no me interesa vivir correctamente.
Los errores son para cometerlos hasta aprender.
No me interesa ser o no ser, me interesa que seas...
Yo no escribo, y es difícil de explicar.
Al verme llorando al espejo es imposible no contener la risa, es imposible no suplicar,
a no sé quien, 
suplicar un cambio.
Como siempre he querido y como nunca me ha funcionado...
Toma,
toma todos mis miedos, 
transfórmalos en algo mejor.
Quiero salir de mi, odio estar en medio de la tormenta que me crió,
podría ser como el hijo prodigo, pero jamás volver.

Desnudar a la frustración y disfrazarla de angustia,
ahogar al ego en lagrimas de humildad,
pesa tanto que no puede nadar.
El pasado es un peso pesado, intento volar,
pero sus cadenas me mantienen anclado a esta tierra
que con tanto odio y resentimiento me ha criado en la inconformidad,
odio la mediocridad, pero cuando intento hacer más lo único que hacen es discriminar.
¿Así quién quiere volar?
¿Es malo querer ser más?
Sí, el revólver es negro, pero blanca la esperanza.
Ojos daltónicos de la realidad,
deforman, destruyen y crean ambigüedad emocional.

Podría seguir escribiendo...
¿Pero para qué?
Un poema eterno que comprenderías en un momento,
nunca sentirás lo que llevo aquí dentro.
Nunca sabrás por que me quiero desangrar escribiendo,
derretir no siendo,
llorar sintiendo,
morir sonriendo.

Me guardé mucha felicidad para mi,
ahora viene el bajón,
el knock-out hasta el fin.






miércoles, 7 de agosto de 2013

Fin del viaje estelar

El fin de la esperanza
el suspiro hecho carne por fin descansa
exhausto
descansa en sus pensamientos
observa la constelación con un aire de decaimiento
no habían principios donde el los vio
era un camino sin fin
un agradable suicido.

Esa mala costumbre de endiosar a quien no conocemos
a hablar cuando no debemos
de caminar cuando no sabemos.

Cegado por la belleza de la estrella
dañado por la crueldad de la más bella
cansado de crear palacios a falsas princesas
de mover montañas por una risa de esas
de tocar puertas y no recibir respuestas.

La estrella presume con su brillo
y yo con su perfume
habla de su intocabilidad
y yo me rió
aun conservo su brillo,
se burla de mi
como si fuera un niño
como si fuera frío
como si no fuera un astronauta más.

En el final del viaje estelar
puedo sacar conclusiones
por ejemplo
que tu amor es igual que tu
es una estrella más
a la cual jamás podre llegar.

También que si escribo lo hago por mil razones
risa, rabia y otros por menores.

Tu sigue presumiendo con tu brillo
con tu fragancia me quedo
y me alegro de ello
pues ahora me doy cuenta que no eres más
que otro cadáver en el cielo.




Re-vólver

Caminando solo, ni el sonar de la lluvia me acompaña,
no hay nada que celebrar, no, todo sigue igual.
El dolor y la angustia siguen aquí, no se han movido ni un centímetro, solo fui yo el que me escondí en el fracaso.

No hay nada que celebrar, no, todo sigue igual.
Igual que en el momento en que yo todo quería cambiar, mi existencia borrar, parecía tan fácil, pero no, todo cambio cuando la oscuridad pausada tu sonrisa iluminó.
Parecía mucho más honroso un Harakiri, fusionarme con el dolor y dejar todo atrás, aún creo que la muerte es la única forma de volar.
Empiezo a dudar si todo sigue igual, pero celebrar es, quizás, un poco apresurado.
Enfurecer al blanco papel traerá sus consecuencias, enrojecer al corazón no es favorable...
Pero, no importa, da lo mismo, aunque mil veces lo explicara solo yo lo entendería.

¿No hay nada que celebrar, todo sigue igual?
No lo sé, hoy quizás, inconscientemente o tal vez con querer vuelvo al placer que me provoca mutilar al inocente papel, estampar y espantar al dolor.
Re-vólver al pavor que experimenta mi corazón al ver como la tinta lo inunda sin control, ahogadas las penas, pero también las alegrías, si el tinte del lápiz es negro, negro será el cielo del resto de mis días.
Negras esperanzas, 
negro el revólver,
me creo especial y soy igual a todos los hombres.

¿Debo contarme entre los cadáveres que flotan en tu mar de ilusiones desechas?
Lo dudo, pues lanzaste un salva-vidas y aunque lo dudaste aquí estas, salvándome la vida.

Re-vólver a lo gris y depresivo jamás pensé que fuera tan auto-constructivo, tan placentero como descubrir que mis sueños son pájaros carroñeros que arrasan el suelo subjetivo, no encuentran víctima, de hambre mueren.
Ya todo ha cambiado, nada sigue igual, la pena y yo ahora presentamos cierta incompatibilidad, volver a empezar fue bastante fácil, terminar de empezar y empezar a terminar me complica.
Bueno, sea como sea lo que se avecine yo lo enfrentaré.
Re-vólver a poner mis dedos en el metal filoso del destino, el frío se conservará.

Ya no creo en estructuras de vida.
¿Pasos a seguir?
¡No!
Nada cambio, pero yo sí.
Y con eso me basta, confío en mi, en ti y en algunos pocos.
Te ofrezco mi vida, es lo poco que me queda y en ti quiero depositarla, tú sabrás cuidarla.