el punto final del recuerdo,
el desvelo del sueño,
el fin de la lluvia?
Probablemente arrojaría mi corazón lejos,
evitaría el dolor y esto no sería tan complejo.
Estamos muy lejos del punto de partida como para regresar, mira hacia adelante, queda poco para el final.
Y si así fuera,
Y tu lejos partieras,
lejos,
a las tierras del olvido…
Aun tendría reservado para ti un asiento junto a mí.
Te podrías apresurar,
aun esta tibio y si te apuras en caminar te juro que algo podría cambiar, la inseguridad voy a sepultar, solo si llegas ahora ya.
Yo no podría hacer mucho, el asiento se enfriaría y con la manta del invierno-interno yo me trataría de abrigar, frío ausencia de felicidad y desolación si tu no estas.
No preguntes porque,
a falta de mis razones recurriría a falsas explicaciones,
¿A que hemos llegado?
A necesitarnos tanto que del olvido ya nos olvidamos, atados,
al calor de nuestras manos.
La inseguridad; el puente que dinamita nuestra unión.
Repito: Es tan fuerte el calor que creamos que no veo posibilidad que nos desprendamos de el.
Nunca ha sido mi idea retenerte, pero si lo deseas… lárgate, pero ten cuidado:
Tu asiento el invierno podría para siempre enfriar.
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