El amor se nos escapa por los poros, con cada abrazo sabemos atraparlo, sabemos transformarlo en cada mirada que damos, y cada paso es una nueva aventura, me encanta aprender juntos. Cada minuto es compañía, aunque la distancia imponga soledad, te juro que jamás lo logrará, nunca cambiará este sentimiento. Cada caricia es como conocer la eternidad del tiempo, el minutero queda congelado... Del olvido y la rutina gris nos olvidamos. Esto es un nada con forma de todo. Todo lo que somos en los ojos el reflejo nos recuerda que no estamos solos, que la locura compartida es más divertida y que quizás, solo quizás... Nos quedemos juntos hasta el fin de nuestros días. Solo quizás, es una mera posibilidad. La mística del amor ya hemos aprendido, te conozco tanto como a mí mismo, y viceversa. Ya no sé donde termina mi boca, ni el punto exacto en donde empieza la tuya, ni donde se separan nuestros pensares y menos se de dónde sacas esa facilidad, esa magia con la que deshaces todos mis pesares. Fundimos nuestros poros en cada abrazo, y no me arrepiento, pues en cada beso siento que esto se hace más nuestro, y así lo hacemos, a nuestro modo... No hay apuro si el amor es honesto.
Tenerte aquí, te juro que es maravilloso, mirar esos ojos que aplazan mágicamente cualquier tipo de soledad. Añorarte, desearte, que emerjas de un mar de gente... al fin encontrarte, saber que hacer inmediatamente y no titubear ni un instante. No logro traspasar al papel lo que tú me das, supongo que no me lo permite la simplicidad de mis palabras. Así, feliz me pongo cuando tu estas aquí, no sé por qué , solo atino a sonreír, tender mi mano, burlar al destino... No fue en vano, lo tengo todo, te tengo a ti, saque conclusiones y esto me hace feliz, olvide sufrir y no quiero recordar, la amnesia emocional representa ahora una nueva oportunidad. Antes pedía M A Y D A Y y hoy grito A L E L U Y A. El pasado enterrado voy a pisar todos los días, los zapatos con barro representan que lo malo ha pasado, el futuro podría ser infinito... el presente es una promesa fría esperando a que la derrita mi rima.
¿Y si ahora fuera el fin de lo eterno, el punto final del recuerdo, el desvelo del sueño, el fin de la lluvia? Probablemente arrojaría mi corazón lejos, evitaría el dolor y esto no sería tan complejo. Estamos muy lejos del punto de partida como para regresar, mira hacia adelante, queda poco para el final. Y si así fuera, Y tu lejos partieras, lejos, a las tierras del olvido… Aun tendría reservado para ti un asiento junto a mí. Te podrías apresurar, aun esta tibio y si te apuras en caminar te juro que algo podría cambiar, la inseguridad voy a sepultar, solo si llegas ahora ya. Yo no podría hacer mucho, el asiento se enfriaría y con la manta del invierno-interno yo me trataría de abrigar, frío ausencia de felicidad y desolación si tu no estas. No preguntes porque, a falta de mis razones recurriría a falsas explicaciones, ¿A que hemos llegado? A necesitarnos tanto que del olvido ya nos olvidamos, atados, al calor de nuestras manos. La inseguridad; el puente que dinamita nuestra unión. Repito: Es tan fuerte el calor que creamos que no veo posibilidad que nos desprendamos de el. Nunca ha sido mi idea retenerte, pero si lo deseas… lárgate, pero ten cuidado: Tu asiento el invierno podría para siempre enfriar.