nunca fue cierto...
¿Dime donde quedó?
¿Donde guardaste el frío invernal, infernal que según yo te gobernaba?
Renegaste el amor alto en el orgullo, pero algo sucedió,
algo te cambió.
Brillo, has cambiado,
si antes te quería, ahora yo te amo.
Te siento, firme junto a mí,
amiga eterna, me acompañas incluso cuando estoy solo.
Lo siento, pues no manejo los tiempos...
¿Fue ayer la fecha?
¿El eterno momento?
Cuando juntos estamos él minutero desaparece,
atardecer y amanecer en una sola sonrisa se funden y parece que todas mis preocupaciones de golpe desaparecen.
El alma alivianada, grita por más batalla.
¿Te faltan explicaciones?
Al igual que siempre yo tengo un par de disculpas que te serán de utilidad.
Existe algo , entre mirada y mirada,
un infinito que no es para siempre,
y un frío que con tu calor no se siente.
Mantenernos encandilados, es el verdadero desafío,
mi silencio te toca, desprevenido,
saltemos, caigamos en este sueño,
que poco a poco no nos deja dormir.
El silencio es perfecto cuando lo acompañan tus besos,
todo lo que se avecina,
se viene abajo.
Nos mantenemos encadenados a esto que nos gusta,
si algo disgusta... seguimos avanzando,
que el pasado es el suelo y nosotros ya estamos volando.
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