viernes, 18 de mayo de 2012

Lo de siempre

El arco iris ya no irradia nada
colores consumados
por errores pasados
ácidas lluvias de hirientes adjetivos
una violenta guerra
mi pasado el enemigo.
No tengo arma
ni como defenderme
espero inquieto
un ataque sorprendente
espero el golpe
de las acciones pasadas
espero que me desarme
el corazón en mil palabras.
La amargura bajo la lengua
es constante
por más que trate de ser dulce
mi animo decrece 
la pena crece
y la mente se pregunta
¿Hasta cuando seguirá la felicidad difunta?


El cuaderno y el lápiz 
esa es definitivamente una mala junta
no me permite crecer
ni creer
la alegría absorbe
ya deje de creer
que lo podre dejar
si dejo de escribir es probable que falle aun más.


Las estrellas se alejan cada vez más
¿O seré yo el que se hunde en este mar?
No tengo en quien confiar
hay momentos en que todos me parecen diferentes
momentos en los cuales
todos se hacen los indiferentes.
Y aunque los ojos están secos
el corazón llora tinta 
la sangre negra, mi perdición
la asesina de sueños y de razón
solo letras 
pueden fluir del corazón.


Cambiar ya no es una opción 
y la redención no es más que una vieja canción
un tango
que yo no se bailar.
El remedio es muchas veces peor que la enfermedad
mi remedio es una droga
que cada día me exige más y más
más tiempo
más energías 
yo no me siento el mismo
que solía decir que era.


¿Mi vida una mentira?
Que bien
veo que por fin me empiezas a conocer
no reclames
si no sabes porque 
no preguntes
si no quieres saber
no me pidas que deje esto
no puedo ni quiero
cada vez que puedo no lo hago
cuando quiero la pluma no me deja.
Exigencia literaria
lagrimas acumuladas
felicidades eliminadas
según el cuaderno estas no sirven para nada.


¿Fabián, nunca te cansas de correr?


Ya soy todo un atleta
que corre de su atardecer
por miedo a que se nuble
o simplemente por miedo a ser más.
¿Superar miedos?
Eso es para los valientes.
¿Triunfar?
Así no aprendes lo que es fallar
ya deje de volar
por miedo a aterrizar
ya deje de creer
que el esfuerzo vale la pena.















viernes, 11 de mayo de 2012

Tinta

El corazón cada vez manchado con más tinta
los ojos con una visión distinta, más amplia
las manos agrietadas de tanto cavar
y no encontrar
cansado de buscar una mirada que penetre más allá de mi pupila
y encontrar 
seres sin sinceridad y llenos de mascaras.
Ahogado en la triste verdad
de que todo es mentira 
que aunque sane la herida
la cicatriz aún duele.
La paciencia es eterna
pero las ganas se me van con el suspiro.
El aliento
ya casi huele a podrido
y en cada respiro
alimento más a mi peor enemigo
ese monstruo que aun vive dentro mio
cada error que cometo
para el es motivo de festejo
cada rima que termino
es para el
el más grande dolor
y para mi
un sufrimiento gratificante.
El miedo al fracaso ya es costumbre
por culpa de esto
el trabajo no cunde
es un triangulo vicioso
confiar, tratar y errar
el problema es no saber cuando parar.