Tras el espejo duerme
el monstruo
yo perplejo me quejo,
lloro
y no ceso.
Todo vuelve de
lo que nunca fue a lo
que era
de apoco cuenta me
doy
que todo lo acumulado
por años
al monstruo alimento.
El cuerpo como canal
de la eterna frialdad
fue un buen plan
pero mis manos
endebles no pudieron con el
ahora nuevamente
comienza la guerra
interna
malos pensamientos
como armas de guerra
verbos simples
como soldados
sedientos de
lagrimas.
Lagrimas producidas
por tontos lamentos
lagrimas que brotan
de los típicos
arrepentimientos.
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