el hombre encadenado
que estaba liberado
pero aún así
se sentía apresado
en su cama estaba apestado
a olor a sueños pútridos
sueños idos
que tienen su corazón adolorido
durmió toda la noche
pero aun así
tenia los ojos cansados
no sabe por que.
Ahí es cuando la desilusión llega
y lo inunda a el
observa sus manos sucias
sus ropas viejas
su barba larga
y el negro colchón
en el cual duerme
fue bonito haber soñado
que vivía en un palacio
con múltiples sirvientes
fue solo un sueño
un buen sueño.
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