jueves, 5 de enero de 2012

Adicción a la imperfección

No soy perfecto y lo admito. Todo lo voy aprendiendo de a pedacitos.
Mi mal genio me priva de muchas cosas, soy inconsciente, un inconsecuente, un imprudente que no sabe comportarse decentemente.
Mi boca no tiene filtro, lo que digo no va con mala intención, ellos lo malinterpretan y me acusan de traición.
Sueño con que mis escritos causen conmoción, pero me niego la verdad, solo soy otro loco escritor.
Ahogo mi grito y no precisamente en licor, en el papel redacto mi infinito dolor.
¿Tu crees que me propongo ser perfecto?
No... 
La perfección no es nada más que un sueño, en cambio la imperfección es mi sucio juego, donde controlo todo.


Soy el sueño podrido de un envejecido soñador.






Un intento de perfección y mi locura,
es lo único que te puedo dar...

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