Dejar ir es parte de
la tarea
de quienes se deciden
a amar
es también un largo
martirio
un recorrido solitario
y desolado por las fauces de la oscuridad
en donde el alma toma
un color escarlata y desgarrador
y finalmente retorna a
su cuerpo.
Amar no es cosa fácil
dejar ir menos
se trata de abandonar
nuestro malcriado egoísmo
y mirar hacia el lado
de una manera real y concreta.
La vida continúa
y amarse a sí mismo
es más difícil de lo
que uno piensa
más difícil inclusive
que dejar de amar
pero es vital
sumamente necesario
una tortuosa comisión
pero comisión, al fin
y al cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario