viernes, 2 de junio de 2017

Antiguos vestigios

Dejar ir es parte de la tarea
de quienes se deciden a amar
es también un largo martirio
un recorrido solitario y desolado por las fauces de la oscuridad
en donde el alma toma un color escarlata y desgarrador
y finalmente retorna a su cuerpo.

Amar no es cosa fácil
dejar ir menos
se trata de abandonar nuestro malcriado egoísmo
y mirar hacia el lado de una manera real y concreta.

La vida continúa
y amarse a sí mismo
es más difícil de lo que uno piensa
más difícil inclusive que dejar de amar
pero es vital
sumamente necesario
una tortuosa comisión
pero comisión, al fin y al cabo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario