domingo, 4 de junio de 2017

Manojo difuso

Envuelto en esta furia matutina
me dispongo a alcanzar un par de estrellas
de un gran salto
o sumergiéndome en la inmensidad del cielo
no lo sé.

No comprendo los amplios misterios del firmamento
la verdad es que tampoco tengo ganas de hacerlo
me falta cabeza y tripas para ello
sin embargo tengo claro que quiero sostener en mis manos
un manojo de estrellas
palpar su infinites distante
dejar que su misterio llene de color mis ojos grises
que llene de sentido mi vaga existencia
la cual en cada paso que doy
siento que se va
más y más.

Quebrar el cielo
desde alguna esquina desolada de mi habitación
apretar los astros contra mi sufrido pecho
para ver si por fin puedo sentir algo
para ver si por fin puedo sentirme a gusto
conmigo mismo
para tener felicidad un momento.

Ganas no me faltan
pero fuerzas sí
para llegar allá arriba
y lograr ese cometido
que mientras más es meditado por mi tonta mente
se convierte más absurdo y peligroso.

Desesperadamente mis manos revuelven bolsillos
encuentran solo vómitos y arrepentimientos
pero ninguna solitaria estrella
ningún rastro de una de ellas
abundan suspiros
por cosas pasadas
y los planes del futuro duermen plácidamente
demasiado para mi gusto.

Acá sentado el cielo parece tan lejano
contrario a mis sueños
en dónde solo con estirar mi mano llego a sus confines
¡basta de soñar!
es hora de enfrentar que
lo quiera o no
las únicas estrellas que puedo alcanzar
son las que bajo tierra se encuentran.

viernes, 2 de junio de 2017

Antiguos vestigios

Dejar ir es parte de la tarea
de quienes se deciden a amar
es también un largo martirio
un recorrido solitario y desolado por las fauces de la oscuridad
en donde el alma toma un color escarlata y desgarrador
y finalmente retorna a su cuerpo.

Amar no es cosa fácil
dejar ir menos
se trata de abandonar nuestro malcriado egoísmo
y mirar hacia el lado de una manera real y concreta.

La vida continúa
y amarse a sí mismo
es más difícil de lo que uno piensa
más difícil inclusive que dejar de amar
pero es vital
sumamente necesario
una tortuosa comisión
pero comisión, al fin y al cabo.