No quiero aquella inmunda vida
plagada de fantasmas
no quiero aquella inmunda vida plagada
de sentimientos encontrados
cambié mis rutas
cambié mis horizontes
cambié mis plásticos y mis cartuchos
luego de uno
dos
tres
quizás luego de tres meses cambié mi
fachada
no fue fácil
independientemente de eso lo cambié
cambié las calles por las cuales me
dirigía al matadero de sueños
cambié los horarios
tal cual como una maquina me reprogramé
traté de olvidar el dulce sabor del
sueño muerto
complaciente a corto plazo
asesino a largo plazo.
Cambié tanto
¿por qué aún me siento así?
ponzoñoso y delicado
aterrado de aquellos recuerdos de punta
blanda
que extrañamente me hieren por la
espalda.
Así es quizás la nueva vida
luego de todos los cambios sigue siendo
la misma
luego de todos los días
quizás no es mía
quizás se acaba ahora
quizás debería cambiar para siempre
aquella sonrisa falsa y delatora.