martes, 15 de julio de 2014

Drim

Las calles que transito han mutado de una manera increíble
de una forma nunca antes vista.
Los semáforos se han derretido por culpa de la luna
y se han mezclado sus tres colores
cosa que antes jamás había pasado.
El sol se ha descolgado de un salto del cielo
y dirige una mueca burlona-inocente hacia mí.
Las calles están llenas
pero no de animales, como era costumbre
se encuentran rebosantes de almas que buscan con desesperación
el camino que las lleve de vuelta a casa
de vuelta a lo que era su rutina
de vuelta a lo que sabían y conocían.
Mi respiración se agita y cambia de ritmo
en el momento en que veo vagabundos arriba de los arboles
lanzando y regalando de manera ostentosa a nuestros héroes patrios
verdes, azules y rojos.

No logro comprender que pasa.

En la televisión un tipo
vestido de mujer
me informa que la tierra ha dejado su ciclo
se ha cansado de girar y ahora baila
realiza una danza cósmica, estelar y milenaria  con los otros planetas.
Los bancos han quebrado por deberle tanto dinero a la gente
y todos los gerentes han tenido que olvidar su dignidad pidiendo limosna
para poder pagar cada deuda.
¿Cuánto tiempo he dormido?
¿Cuánto ha pasado desde que decidí acostarme y dormir una siesta y cómo es posible que tanto haya cambiado?
Los militares visten un tutú fucsia con degrade y
los señores carabineros bikinis importados.
Los delincuentes roban besos y sonrisas
sus víctimas no los quieres tras las rejas.
Las aviones ya no bombardean
ahora lanzan alimentos
y la paz mundial es algo muy normal
un trofeo adquirido hace muchos años atrás.
No hay hambre ni obesidad y el hombre ya no está interesado en otros planetas.

Y decían que la utopía no era posible…
¡JÁ!
¡Miren cómo todo ha cambiado!
Ya nadie cree que el sexo sea algo malo
monjitas y curas lo practican a diario
y las drogas ya no son tal cosa
porque el humano las tiene bajo su control.
En Chile y el mundo se acabó el odio
y la política solo nos hace más hermanos.
La luz ha devorado a la oscuridad para siempre.

Ver tanta maravilla cansa los ojos
alegra el alma
pero cansa tanto análisis y tanta pregunta
mis pies están muertos
y mis brazos acalambrados…
Dormiría
pero tengo miedo.
Miedo de que todo sea un sueño
y que al despertar todo termine por mi culpa.
Miedo de que tenga que volver al maldito mundo egoísta que habitaba hace algunas horas atrás.
Miedo de que mi alegría se evapore al comprobar que sigo donde mismo y que nada ha cambiado.
Miedo de  volver a vivir con maquinas que se disfrazan como humanos
y que creen fervientemente
que la moda es algo mucho más relevante que la pobreza mundial.

Es obvio que todo ha sido un sueño
habría que ser idiota para pensar lo contrario
habría que ser idiota para pensar
que con una sola siestas todo se podría arreglar.